Huaicos
Empezar por descartar el sosiego en estas imágenes para, en cambio, precipitarse en sus deslimitadas formas, dejarse arrastrar entre sus intrincados jirones y hundirse en su azul rumor es el modo de desvelar los feroces gestos que habitan en los huaicos de Majo Guerrero Fonseca.
Estas cianotipias sostienen las huellas de un libre movimiento, el de los químicos vertidos sobre el papel, que emergen ante la mirada como una implacable afluencia que hace de la quietud fotográfica un dudable supuesto. Es la violenta paradoja que la artista delata al entender la imagen como un huaico, es decir, torrente que es, a su vez, desierto de escombros, y convertirla en aquel instante donde se desplaza el rehuido desapego entre la expresión y el pensamiento. Revelar este momento donde transita lo desconocido es la posibilidad primordial del acto creativo.
Ante los huaicos de Majo Guerrero Fonseca, no nos congrega el azar, sino la vehemencia de los gestos, la misma hallada en el abrazo más abierto cuando lo que más amamos parece fundirse con lo más oscuro de un sueño.
Carlos Castro-Sajami